domingo, 4 de mayo de 2008

Con brújula, pero sin Norte


Everybody's Talking (Nilsson)

Puestos a no estarse quietos, ¿hacia donde caminar? No lo se.

Se acaba el tiempo y aunque ya he transitado por muchos caminos, lo cierto es que todos conducen al mismo sitio: a ninguna parte.

Hubo un tiempo en el que era obligado tomar la senda que conducía a eso que los mayores llamaban "ser un hombre de provecho".

Tiempos de estudiante. De ilusión, de amores románticos, de mariposas en el estómago.

Pasó ese tiempo y se abrieron nuevos senderos. Esta vez de trabajo, para crear una familia, para ser un honesto padre de familia.

Tiempos de lucha, de competición y de fatigas.

Mas tarde, llegaron tiempos propicios en los que hacer un alto en el camino y preguntarse cosas. Muchas cosas.



Brújula naútica de latón del siglo XII.


¿ Hay que ser honesto a pesar de que, en nuestra enferma sociedad, eso sea sinónimo de ser un idiota?

¿O se debe procurar ser una persona normal, esto es un corrupto, un triunfador?

¿ Es posible con un comportamiento individual aportar un pequeño grano de arena o eso es pretender construir un túnel en una rocosa montaña a fuerza de cabezazos?

Tomé el camino de la honradez y el del ejemplo individual. El resultado estaba cantado: el fracaso más estrepitoso.

Y llega el momento actual. Tengo por delante otra vez algunos caminos. También cuento con una magnífica brújula.

Pero tengo un serio problema: sigo sin encontrar el Norte.

9 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Amigo Ernesto no estoy de acuerdo. Sólo es un fracasado el que no consigue las metas que se ha impuesto, independientemente de lo que piensen los demás. Es un vencedor el que consigue lo que se propuso, sea lo que sea, aunque no fuera nada.

No debemos exigirnos nada y tampoco esperar nada. Todo es transitorio y por tanto pasa. Saquemos el fruto de cada instante si podemos.

Salud y República

DIÓGENES dijo...

Y quién es quien para definir dónde está el norte?

Una vez que nos desprendemos de los apegos, somos los únicos culpables...

Diógenes...

Cristina dijo...

Querido, el eterno dilema de los que nos queremos aplicar esto de vivir. Ultimamente se respira en el aire esta duda. NO estás solo, somos muchos asi. No puedo aconsejarte, te diria aquello de "escucha a tu corazón", pero también se que hay días que se le oye, Take it easy (hazlo fácil) simplemente, camina.

Besos

Cris

Anónimo dijo...

Me dijeron: un grano no hace granero; aún creo, quiero creer que estaban equivocados.
El mundo esta a rebosar de deshonestos idiotas.Y hay otros, tal vez menos, que padecemos de la misma enfermedad: tratar de ser honrados (puede que también un poco honestos), es una dolencia pertinaz, latente y solitaria que muerde con pequeños dientes y a la que, de cuando en cuando, por descansar,uno intenta despistar pero, no hay manera, vuelve porque ya no es un ente ajeno:eres tú. ¿Y cómo huir de uno? por qué? para ir a dónde?.
Para todos mis amores, su primer regalo, siempre fue una brújula, que siempre debí explicar. Más tarde parece que les fue útil para encontrar el camino de otro norte que resultó no ser el mío. Hace un tiempo regalé la última... y espero.
Encontrar un camino. Pues no sé, según voy caminándolo ya que me voy temiendo que la cosa está en andar.
Y no, no hay fracaso, sólo es vida.
Un saludo y gracias por tu blog y por este espacio.
Tersat.
(Creo que mi torpeza continúa y seguiré sin ser capaz de poner el nombre en su sitio)

Franziska dijo...

A mí me gustan las historias de perdedores. Quizá porque me considero una perdedora más, otra de entre las muchas. Si entiendo por perdedora que no he conseguido ser famosa ni rica: ni creo que lo consiga a estas alturas de mi vida.

Sentadas ya las bases de que nunca me he planteado que mi vida sería la consecuencia de adquirir poder sobre nada ni sobre nadie, ni grandes sumas de dinero. Tampoco he sentido el fracaso.

Creo que caló en mi -muy hondo- el precepto de preocuparme sólo por el pan nuestro de cada día. Y que ese pan pueda comerlo acompañado del amor de mi familia y amigos. No pasamos hambre y eso ya es un éxito.

No sentirás nunca la derrota si no tienes ambiciones de imposible realización. Me refiero a aquellas cosas que dependen de otros, no de ti.

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Con permiso.
Para todos.
http://www.youtube.com/watch?v=Jezz9LxKp-s

Anónimo dijo...

RGALMAZAN

Para que hoy sea el día de los desacuerdos, yo tampoco coincido contigo en que no debemos exigirnos nada.

Recibe un cariñoso saludo.

DIÓGENES

Me alegra leerte por aquí. Es un gusto.

Eso es. Que nadie nos imponga el Norte.

Pudiera ser.

Saludos.

CRIS

No sabes el ánimo tan enorme que me da el que pienses que somos muchos los que sentimos así.

Y si, voy a seguir caminando.

Besos.


TERSAT

No tengo palabras para tus amables e inmerecidos comentarios.

Me emocionó y quedé muy agradecido por lo que escribiste en el blog de Juan Cruz.

Espero que la última brújula que has regalado le sirva a su destinatario para llevarle a tu cálido camino.

En cuanto a la canción de Alberto Cortez "Castillos en el Aire", siempre ha sido una de mis preferidas.

Besos Tersat.

FRANZISKA

Como te gustán las historias de perdedores, te arriesgas a que siga dando detalles de mi vida.

Así que amenazo con hacerlo.

Por otra parte, me alegra mucho que seas muy feliz con tu familia y amigos.

Gracias Fran por entrar en el blog.

Siempre es un honor recibirte y aprender de tu sabiduria.

Recibe mi sincero afecto.

Maria dijo...

En un momento de su complicada vida militar Napoleón dijo: "Es urgente no hacer nada". En esos momentos de apuros internos que tengo a veces retomo la idea con ligeros cambios: "Es urgente no pensar nada". No es fácil de hacer pero funciona, sobre todo cuando algo o alguien anda incordiando. Un abrazo grande Ernesto.

Soto dijo...

Ernesto :

Me gusta un montón tu blog,no estoy ducho en estos avatares, "mi curriculum" es aproximadamente un mes en el Blog de Juan Cruz,en donde precisamente conocí la existencia de tu Blog.

A mi edad, 61 años,miro para atrás ,y quizás ,no realizé ,por egoismo de mis padres(en el fondo también son producto de las circunstancias)lo que a mi me gustaria hacer,de todas las formas,lo de triunfar en la vida,soy muy esceptico,en que consiste.Para mi,lo de ser persona ,es lo principal,y, creo que se puede ser honrado consigo mismo ,aunque para eso,muchas veces no se puedan llevar a cabo las causas nobles,tal como está el contexto en el que vivimos.Hay posibilidades de ser corrupto,yo,no lo soy y me importa un bledo que me llamen idiota,lo de no mancharme lo tengo muy interiorizado.La meta es ser exigente eticamente consigo mismo y a la busqueda de algo...que no llegará...pero sigamos buscandolo....en ese camino no nos manchamos.
Un placer
Saludos cordiales

HASTA SIEMPRE

LA DIGNIDAD

ZAMBA DE MI ESPERANZA - Jorge Cafrune -

ERNESTO

ERNESTO
Ernesto Guevara de la Serna

ALLENDE

ALLENDE
Salvador Allende Gossens

CAFRUNE

CAFRUNE
Jorge Cafrune Herrera
En 1977, eran tiempos difíciles para Argentina. El gobierno estaba en manos de la dictadura militar.

A diferencia de otros artistas comprometidos, que se exiliaron cuando comenzaron las amenazas y las prohibiciones, Cafrune decidió quedarse y seguir haciendo lo que mejor sabía hacer: cantar y opinar cantando y haciendo.

Fue así que en el festival de Cosquín de enero de 1978 cuando su público le pidió una canción que estaba prohibida, Zamba de mi esperanza, entonces Jorge Cafrune tocó el tema argumentando que "aunque no está en el repertorio autorizado, si mi pueblo me la pide, la voy a cantar".

Según testimonios que se consignan en el Nunca más, eso ya fue demasiado para los militares, y en un campo de concentración de Córdoba ,el Teniente Coronel Carlos Enrique Villanueva opinó que “había que matarlo para prevenir a los otros”.

El 31 de enero de ese año. A modo de homenaje a José de San Martín , Cafrune emprendió ese día una travesía a caballo que lo llevaría a Yapeyú , lugar de nacimiento del libertador.

Esa noche, a poco de salir, fue embestido a la altura de Benavidez por una camioneta conducida por un joven de 19 años, Héctor Emilio Díaz.

Jorge Cafrune falleció ese mismo día a la medianoche, pero el hecho nunca fue esclarecido y para la justicia quedó sólo como un accidente.