El Rey de España, saludando a un matador.
Camomilo (El rey del sueño)
Son lanzas de 30 centímetros de hoja y sirven de espolones para acabar con el toro. En esta ocasión, como casi siempre, el toro no se ha salvado. Y ha caído muerto, sangrando por todo el cuerpo. El trofeo para el que le da la muerte es el rabo. Es lo que ha ocurrido este año en TORDESILLAS y lo que lleva ocurriendo desde hace 40 años. La tradición ha vuelto a cumplirse en ese pequeño pueblo de Valladolid.
España. Año 2007, si, si, después de Jesucristo.
Algunas personas justifican asuntos de difícil comprensión acudiendo al tópico de las tradiciones.
Una de las mas antiguas ha sido la esclavitud. No me voy a extender en consideraciones históricas, ni en la larga y costosa lucha para su abolición. Solo apuntaré que tenía la condición de legal hasta avanzado el siglo XIX.
España, como no, fue uno de los países en los que esta típica tradición tuvo su mayor auge y arraigo.
¡Faltaría mas! ¡ Estamos hablando de España, coño !
A propósito de España, me gustaría traer como muestra representativa, la intervención del abogado defensor de unos esclavos amotinados en el año 1.840, en un barco negrero español llamado Amistad.
Este letrado se llamaba John Quincy Adams ( había sido presidente de Estados Unidos) y en su alegato de defensa ante el Tribunal Supremo norteamericano, leyó un artículo de un brillante hombre del Sur que, entre otras cosas, decía:
"la esclavitud ha existido siempre y no es ilegal ni inmoral. Así como la guerra y el antagonismo son los estados naturales del hombre, también lo es la esclavitud; tan natural, como inevitable"
A lo que John Quincy argumentó :
"Me atrevo a discrepar con este brillante hombre del Sur, con quien coincide nuestro presidente, para sugerir que el estado natural del hombre es mas bien el de la libertad, aunque sé que éste es un concepto polémico"
En España, aún hoy seguimos con bárbaras tradiciones. Las mas vergonzantes se nutren del martirio de los animales. Son objeto de fiestas, con gran jolgorio y celebración.
Es mas, en algunos casos, se las cataloga como un bello y noble arte.
Dentro de un tiempo, como ahora nos ocurre al recordar a John Quincy Adams, los hombres se avergonzarán de esta infamia.
De la ruindad de considerar un espectáculo artístico el dolor, el escarnio y la tortura de unos animales que, escandalizados, asisten a la atrocidad perpetrada contra ellos por un ser que se autodenomina inteligente.
Claro está que ahora, en nuestro tiempo, este pensamiento es un concepto polémico.