Transcurrían los primeros años de la década de los 60. Mis recuerdos son de un pequeño pueblo de la provincia de Sevilla.
Un pueblo habitado, en su inmensa mayoría, por gente desafortunada. Gentes trabajadoras, pobres, tristes y temerosas del régimen. En ese pueblo pasó muchos años mi familia.
Mi padre era maestro y fue depurado por sus ideas de izquierda durante la República, según consta en el documento de la Comisión de Depuración que aún conservo, encabezado por el infame aguilucho.
Hizo la guerra en la zona nacional y tuvo que participar en duras batallas -como la de Peñarroya- debiendo matarse entre hermanos.
Por esta razón, tras unos años de tramitación del expediente de depuración, recuperó la plaza de maestro.
En el pueblo, el régimen lo encarnaba, en primer lugar, el alcalde. El Jefe Local del Movimiento.
Recuerdo a este fascista, corrupto y ruin individuo luciendo el uniforme de verano de Falange en las fechas mas señaladas ; 18 de julio, día de la victoria, día de la raza, la Inmaculada, etc…
El resto de las fuerzas vivas del régimen lo conformaban el cura, el comandante de puesto de la guardia civil y el boticario.
El cura era el encargado de elaborar los informes sobre el comportamiento social de mi admirado padre.
La guardia civil, en aquellos años, fundamentalmente se encargaba de mantener el pánico al dictador y sus secuaces.
El boticario completaba el cuadro disfrutando de su privilegiada posición económica.
El miserable alcalde lo controlaba todo y todo lo caciqueaba.
Así se hizo inmensamente rico, adueñándose de grandes extensiones de terrenos rústicos que ahora son fuente de grandes fortunas urbanísticas para sus herederos.
Buscando fotografías para ilustrar este post con los personajes del régimen vestidos de falangistas, encuentro una de Fraga jurando como ministro de la deplorable dictadura y otra del cuñado del dictador, Serrano Suñer.
Después me dió por googlear el nombre y los dos apellidos reales -que nunca olvidaré- del deleznable alcalde y -oh, sorpresa- encuentro muchas páginas de Internet en las que aparecen.
No me esperaba tal sarcasmo: hallo su nombre y dos apellidos porque es el que actualmente tiene el colegio público donde mi padre sufrió tanto.
Tras unos tragos de agua, me dispongo a encontrar algo de consuelo para justificar que ese nombre se lo atribuirían al colegio en tiempos de la dictadura.
Le dedico un rato de pesada búsqueda, pero no consigo acreditar este hecho.
Lo que si encuentro es que además del colegio, también tiene dedicada una calle en el pueblo.
Mi padre murió en Abril de 1970. Ya nadie se acuerda de él.
A principios de los años 6o, el alcalde, previo informe del cura, lo expulsó de la localidad.
Al parecer, no era lo bastante adicto y fiel al régimen.
Tendrá que ser así....
15 comentarios:
Querido quedate con otro sarcasmo:
"Ellos, por más que se empeñen, por más que se disfracen, por más que digan.... SIEMPRE TENDRÁN LA SANGRE ROJA Y EL CORAZÓN EN LA IZQUIERDA" Eso les debe de doler.
Mientras el recuerdo de tu padre esté en ti, que se joda el resto.
No quiero alargar más el comentario porque creo que ya ha quedado clara mi posición, a parte soy Propaz por ello, remover el odio.... (aunque me tienta te aseguro que si...) venga, que lo dejo aqui que este tema me embala
Muchísimos abrazos
Cristina
Hubo muchas buenas gentes, que creían en la justicia social, en el progreso a base de cultura y educación, que veían a sus congéneres como gente digna de ayuda y de estímulo, y a todos ellos les pasó por encima la apisonadora de las tropas nacionalistas que, una vez victoriosas, siguieron matando y pisando a sus adversarios, que ya estaban derrotados.
A ellos hay que recordarlos, a los que murieron en la guerra y los que fueron fusilados en la victoria franquista, a los que no murieron y sufrieron miseria, desplazamientos, tortura psicológica. Hay que recordarlos por mucho que algunos se empeñen en pasar la página.
No hay que pasarla hasta que no hayamos escrito en ella todos los nombres que faltan. El de tu padre, el de los que reposan en tumbas que todavía están sin abrir.
Estoy contigo aunque no te conozco
Qué terrible es esta división histórica, cuando dolor ha causado y cuanto me gustaría que la memoria histórica acabara con ella, pero mi optimismo habitual en este caso no da señales de vida. La frase de Cristina tiene mucha miga. Besos Ernesto
Cristina veo que, efectivamente, el asunto te embala.
Yo no pretendía remover el odio, solo recordar con cierta amargura, lo injusta que con frecuencia es la vida.
De todas formas, gracias por tus sentidas palabras.
Cecilia, bienvenida.
Gracias por tu visita y por estar conmigo sin conocerme.
Es muy cierto que una de las cosas peores que sucedieron es haber seguido ultrajando a los derrotados muchos años después del golpe de estado.
Me emociona tu vivo interés porque se escriban todos los nombres que faltan.
Recibe un afectuoso saludo.
Maria, ciertamente la frase de Cristina es apasionada.
Mas que una división histórica, que lo es, lo terrible es que se consolidan para siempre injusticias que afectan a la dignidad y la decencia de unos y a la impunidad e indecencia de otros.
Saludos.
Ernesto, mi memoria es selectiva, crítica, analítica y emocionable por eso siempre prevalecerán los recuerdos como los de su padre, a "pesar de todos los pesares".
M.
Laf, bienvenido y gracias por la visita.
De nuevo te gradezco -si me permites el tuteo- el afecto moral que deduzco de tus palabras a la memoría de mi padre.
Siento no poder descifrar un cierto enigma que intuyo en el tono algo críptico de tu frase "a pesar de los pesares" y de la M. final.
Recibe un afectuoso saludo.
Gracias Ernesto por la bienvenida y para evitar confusiones crípticas desde el comienzo debí decir a pesar de la memoria oficial (que sí es críptica). El Laf si, se lo dejé al criterio del azar que a veces tiene hasta sentido de humor.
Un afectuoso saludo también.
M.
Ernesto, después de leerte, hace tiempo en tus entradas en el blog de J. Cruz, hoy recordé que tienes tu propio blog y entré. Una auténtica sorpresa. Esa frase de inicio: A veces.. Voy a g
grabarla en mi memoria (frágil).
Hermosa y triste historia la qque cuentas y ojalá mucha gente como tú siga dispuesta a que no se calle el silencio.
Un saludo.
Anónimo, bienvenido y muchas gracias por tu visita.
Me ha gustado mucho tu expresión "que no se calle el silencio".
Siento sinceramente que no hayas indicado tu nick, ya que probablemente te haya leído en el blog de JC.
Recibe un agradecido y cariñoso saludo.
Emotiva historia, Ernesto, parecida a la que muchos tenemos de nuestros antecesores en los años negros. Muy bien amueblada con la canción de Patxi Andión y el vídeo de la pelícual: La lengua de las mariposas.
Tu padre tiene tu recuerdo, su memoria te honra y nos honra a todos los que nos rebelamos contra la oscuridad franquista.
Hay que mirar hacia adelante, sí, pero sin olvidar para no repetir la historia.
Salud y República
rgalmazan, gracias y un cordial saludo.
Ernesto,si no dejé nombre fue porque mi torpeza me impidió saber cómo hacerlo, así te lo digo ahora porque sin nombre qué se puede ser?. Tersat, ese es.
Y si te gustó la frase, me alegra, sí, que no se calle el silencio, nunca.
Un saludo afectuoso.
Quien quiera volver a oír a Patxi Andión: click acá.
Publicar un comentario