miércoles, 14 de enero de 2009

¿Queremos? Podemos. (I)



Desert Blues-Music Project from Mali

Hace años que la solución se toca con la punta de los dedos.

Ya no es cosa de iluminados.

Y a propósito de esto, como muchas veces antes han dicho otros, yo también tengo un sueño, el conocido "I have a dream".

Claro que, como de costumbre, las obviedades resultan difíciles de explicar.

Una vez mas se trata de África. El eterno problema y..... la gran solución.

Es absurdo, aunque comprensible, el agobio actual de los países occidentales por la crisis económica.

Y como tantas veces, el mundo camina del revés : dejamos un continente abandonado a su suerte - su mala suerte - mientras nosotros nos ponemos de los nervios, sin saber si cortarnos las venas o dejárnoslas largas.

Menos mal, ya es algo, que en estos momentos no parece necesario explicar a nadie - hace unos meses, si- que la economía privada se ha paralizado. Que estamos en recesión.

Que las constructoras no tienen trabajo, ni las fábricas de coches, ni las de electrodomésticos, ni las de muebles, ni casi nadie, vamos.

Y mientras, en África, todo por hacer:

-Grandes obras en infraestructuras (carreteras, puentes, presas, aeropuertos, puertos fluviales, marítimos, etc. etc...)

- Obras básicas en el área social (hospitales, viviendas, escuelas, universidades, centros de formación técnica, etc)

- Promoción de la agricultura y optimización de la gestión del agua (extracción, almacenamiento y potabilización).

- Extracción ordenada y racional de los recursos naturales que procedan.

- Por otra parte, abrir modernas fábricas. Tenemos todos los potenciales clientes que se deseen, de maquinaria, electrodomésticos, automóviles, mobiliario, ropa, calzado, etc. y mano de obra no especializada y toda la necesaria para formar.

Y todo ello, al estar virgen casi todo -cada vez menos, por actuaciones salvajes - se podría llevar a cabo con respeto absoluto al medio ambiente al crecimiento sostenible, etc.

En definitiva, se actuaría con sentido lógico y humano: los europeos, los norteamericanos, los australianos y el mundo mas avanzado en general, se desplazaría allí con sus medios de producción, en lugar de huir los nativos hacia nosotros, de la peor manera, con riesgo de sus propias vidas, a causa del hambre, de la enfermedad y la muerte que es lo que impera en África desde hace demasiado tiempo ya.

Para, al final, como ahora es patente, agravar el problema de todos: el nuestro y el de ellos.

Me preguntarán ¿ y por qué no se ha hecho ni se hace?

Pues no se ha hecho por muchos motivos.

El que mas me duele, aunque es el menos relevante, por la memez de los progres izquierdosos animando a la emigración, con la imbécil cantinela de que tenían que venir a hacer el trabajo que no queremos y a rejuvenecer nuestra población.

Dos cabronadas. A cual mayor. Ya se ve. De momento, ya no atamos los perros con longanizas.

Y si aumentamos la población, o los dejamos en la miseria occidental -que existe- o en el mejor de los casos nos preguntaríamos ¿hasta donde puede crecer el déficit público para financiar sus necesidades vitales?

Las dos siguientes razones son : la primera, que el único interés ha sido saquearlos y quitarles lo poco o mucho de valor que tuviesen y la segunda, venderles armas para que se maten entre si.

Eso si, con el cuento chino de la no injerencia, fomentando dictadores y reyezuelos criminales en todos esos países, que además se quedan personalmente con la ayuda humanitaria que se les envía.

Ya hoy me he alargado demasiado.

El próximo día, la segunda parte : lo que debemos hacer.

Y adelanto que podemos. Si, aquello del "Yes, we can".

HASTA SIEMPRE

LA DIGNIDAD

ZAMBA DE MI ESPERANZA - Jorge Cafrune -

ERNESTO

ERNESTO
Ernesto Guevara de la Serna

ALLENDE

ALLENDE
Salvador Allende Gossens

CAFRUNE

CAFRUNE
Jorge Cafrune Herrera
En 1977, eran tiempos difíciles para Argentina. El gobierno estaba en manos de la dictadura militar.

A diferencia de otros artistas comprometidos, que se exiliaron cuando comenzaron las amenazas y las prohibiciones, Cafrune decidió quedarse y seguir haciendo lo que mejor sabía hacer: cantar y opinar cantando y haciendo.

Fue así que en el festival de Cosquín de enero de 1978 cuando su público le pidió una canción que estaba prohibida, Zamba de mi esperanza, entonces Jorge Cafrune tocó el tema argumentando que "aunque no está en el repertorio autorizado, si mi pueblo me la pide, la voy a cantar".

Según testimonios que se consignan en el Nunca más, eso ya fue demasiado para los militares, y en un campo de concentración de Córdoba ,el Teniente Coronel Carlos Enrique Villanueva opinó que “había que matarlo para prevenir a los otros”.

El 31 de enero de ese año. A modo de homenaje a José de San Martín , Cafrune emprendió ese día una travesía a caballo que lo llevaría a Yapeyú , lugar de nacimiento del libertador.

Esa noche, a poco de salir, fue embestido a la altura de Benavidez por una camioneta conducida por un joven de 19 años, Héctor Emilio Díaz.

Jorge Cafrune falleció ese mismo día a la medianoche, pero el hecho nunca fue esclarecido y para la justicia quedó sólo como un accidente.