jueves, 26 de febrero de 2009

Errantes


Estrella errante- Lee Marvin

Sí, estoy algo cansado.

Cansado de que a los esclavos les guste el brillo de sus cadenas.

Cansado del miedo atávico que siempre concede el poder a los brujos de las tribus.

Cansado de que sean necesarios siglos para que la razón se abra camino.

Cansado de que, para avanzar un paso, haya que andar mil hacía atrás y mil uno adelante.

Cansado de los infinitos intentos que solo consiguen arañan el inmenso muro.

Cansado de tantos ríos de sangre inocente.

Cansado de que el hombre siga empeñado en tener, sin aceptar que lo esencial es ser.

Cansado de que la honradez sea considerada cosa de ingenuos.

Cansado de que a los ruines y explotadores se les extienda el título de triunfadores.

Cansado de que siempre ganen la batalla quienes debieran haberla perdido hace miles de años.

Cansado de la inmoralidad de que unos cuantos (deportistas, modistos, cocineros, ..) tengan ingresos anuales con los que hace tiempo se hubiesen solucionado los problemas básicos (agua, medicinas, alimentos, hospitales, escuelas, carreteras..) de miles de millones de personas.

Cansado de la tortura de los animales (del lanzamiento de cabras desde los campanarios, de las tradiciones bestiales de todo tipo, de la caza, de las peleas de perros, de las corridas de toros y del sinfín de torturas que con ellos se practican, ..) para la diversión y satisfacción de los mas bajos instintos.

Cansado de….estar cansado.

HASTA SIEMPRE

LA DIGNIDAD

ZAMBA DE MI ESPERANZA - Jorge Cafrune -

ERNESTO

ERNESTO
Ernesto Guevara de la Serna

ALLENDE

ALLENDE
Salvador Allende Gossens

CAFRUNE

CAFRUNE
Jorge Cafrune Herrera
En 1977, eran tiempos difíciles para Argentina. El gobierno estaba en manos de la dictadura militar.

A diferencia de otros artistas comprometidos, que se exiliaron cuando comenzaron las amenazas y las prohibiciones, Cafrune decidió quedarse y seguir haciendo lo que mejor sabía hacer: cantar y opinar cantando y haciendo.

Fue así que en el festival de Cosquín de enero de 1978 cuando su público le pidió una canción que estaba prohibida, Zamba de mi esperanza, entonces Jorge Cafrune tocó el tema argumentando que "aunque no está en el repertorio autorizado, si mi pueblo me la pide, la voy a cantar".

Según testimonios que se consignan en el Nunca más, eso ya fue demasiado para los militares, y en un campo de concentración de Córdoba ,el Teniente Coronel Carlos Enrique Villanueva opinó que “había que matarlo para prevenir a los otros”.

El 31 de enero de ese año. A modo de homenaje a José de San Martín , Cafrune emprendió ese día una travesía a caballo que lo llevaría a Yapeyú , lugar de nacimiento del libertador.

Esa noche, a poco de salir, fue embestido a la altura de Benavidez por una camioneta conducida por un joven de 19 años, Héctor Emilio Díaz.

Jorge Cafrune falleció ese mismo día a la medianoche, pero el hecho nunca fue esclarecido y para la justicia quedó sólo como un accidente.