viernes, 26 de diciembre de 2008

Puedes decir que soy un soñador



Cajas de Ahorros

Los gestores de las grandes empresas han fracasado. Y las han llevado a la bancarrota.

Ahora suplican a los Estados que destinen cantidades billonarias para sacarlas del abismo al que las han conducido.

En definitiva, los hasta ahora admirados "grandes dioses de las finanzas" han arruinado la economía mundial.

Por tanto y en pocas palabras, hace falta una alternativa para gestionar.

Y resulta palmario que es llegada la hora de que determinados sectores básicos para todos los ciudadanos se gestionen y dirijan bajo la óptica de servicios públicos.

Por ejemplo, como lo son actualmente las Cajas de Ahorros.

Si preguntamos a cualquier ciudadano corriente - persona de cada vez mas difícil definición- si prefiere tener sus modestos ahorros en un Banco o en una Caja de Ahorros, estoy seguro que contestará en las Cajas.

Sabemos que no son empresas privadas y que uno de sus tres objetivos básicos (Art. 3 de la Ley 2/2000, de 23 de junio) es que los excedentes económicos resultantes de su actuación ( es decir, lo que en la banca son los beneficios y que van a parar al bolsillo de unos cuantos particulares ) se destinarán a la constitución de reservas y a la realización de obras benéfico-sociales, de acuerdo con la normativa vigente.

Y sabemos que sus órganos de gobierno ( el principal, la Asamblea General) lo componen según el artículo 21 : el 27%, las Corporaciones municipales, el 40 % los Impositores, el 23 % las personas o entidades fundadoras y el 10 %, los empleados.

Y por lo que todos vemos sus "excedentes" - ya sabemos, eufemismo para evitar el término beneficio- son similares a los de la banca privada.

He aquí uno de los casos claros en los que es posible la gestión como servicio público de una empresa integrada en el mercado. En el mercado financiero.

Si al mismo ciudadano de antes o a otro, pero es por no molestar a nadie mas, le preguntamos :

- ¿Que será mejor para los contribuyentes, que existan muchos bancos privados o muchas cajas de ahorros?

- ¿Cree que las Cajas de Ahorros son mas cuidadosas que la banca privada a la hora de asumir riesgos en sus inversiones ?

- ¿ Cree que las Cajas de Ahorros se abstienen de colaborar con los clientes en la evasión de impuestos invirtiendo en extrañas operaciones en paraísos fiscales, al contrario que hace la banca privada?

Estoy convencido que las respuestas serán también favorables a las Cajas.

Me parece de lo mas razonable ir abriendo campos a empresas públicas rentables. Bien gestionadas y sin admitir la mas mínima corrupción. Desde el máximo responsable al último ordenanza.

Así podrían existir empresas encargadas de la gestión del agua, la luz, el gas, las energías limpias.

Sociedades con excedentes que revertirían en mejoras para la comunidad.

¿Es tan complicado querer ser dueños de nuestro destino?

7 comentarios:

Franziska dijo...

Debe serlo. A veces, o quizá casi siempre, el sentido común es el menos común de los sentidos. Y no por que no haya mentes capaces de entenderlo -¡hasta yo lo entiendo, podre de mí! si no porque están en el cotarro de los intereses de gentes poderosas y poco dispuestas a frenar sus funestas ansías de acumular riquezas...

Feliz 2009.

Franziska dijo...

Rectifico: "no porque no haya mentes", debí escribir.

Abur...

Anónimo dijo...

Un día un sinvergüenza hace una golfada y observa que nadie se ha enterado. Al día siguiente la hace más gorda y el personal sigue sin enterarse. Pasa el tiempo, y alguien le observa e imita. Ya son dos, y aumentan el grado de golfada a la vista de que es un chollo. En un momento dado, un tercero se percata y les recrimina. A éste le convencen entre los dos de que no hacen daño a nadie, pues no se quejan, y no sólo eso, sino que están contribuyendo al desarrollo empresarial y social. El ejemplo va cundiendo, y cada vez son más los colaboradores. Así hasta que un político les llama la atención, pero ya han desarrollado hasta tal punto el negocio que no hay ningún problema en taparle la boca. Y el político de al lado, cuando se percata de la maniobra, pide participar, y participa. Aumenta la cifra destinada a tapar bocas, pero aumenta el negocio en mayor grado, con lo que todo es perfecto. Y los estafados, tan contentos, porque se sienten protegidos por las leyes, y nunca podrían pensar que los que las hacen son los cómplices del tinglado. Y en las siguientes elecciones, se les vuelve a legitimar, y todos tan felices, mientras se están comprando, vendiendo y subastando gobiernos y estados al completo. Pero eso sí, ¡qué demócratas somos!

Anónimo dijo...

Franziska

Efectivamente, con sentido común, sólo falta ser honestos.

Lo de las Cajas de Ahorros es posible.

La ley prevé un modo de elegir a los miembros de la Asamblea General.

Falta que participemos honestamente.

Que no nos compren.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Wallace97

Bonita fábula. Para mi gusto, quizás falte la moraleja.

Por lo demás, amén.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Moraleja: no votes. Es la única manera de que no puedan decir que tenían nuestro permiso.

Anónimo dijo...

wallace97

Abstención.

Una lástima. Pero se la ganan a pulso.

Bien. No tienen nuestro permiso.

Es una opción.

Saludos.

HASTA SIEMPRE

LA DIGNIDAD

ZAMBA DE MI ESPERANZA - Jorge Cafrune -

ERNESTO

ERNESTO
Ernesto Guevara de la Serna

ALLENDE

ALLENDE
Salvador Allende Gossens

CAFRUNE

CAFRUNE
Jorge Cafrune Herrera
En 1977, eran tiempos difíciles para Argentina. El gobierno estaba en manos de la dictadura militar.

A diferencia de otros artistas comprometidos, que se exiliaron cuando comenzaron las amenazas y las prohibiciones, Cafrune decidió quedarse y seguir haciendo lo que mejor sabía hacer: cantar y opinar cantando y haciendo.

Fue así que en el festival de Cosquín de enero de 1978 cuando su público le pidió una canción que estaba prohibida, Zamba de mi esperanza, entonces Jorge Cafrune tocó el tema argumentando que "aunque no está en el repertorio autorizado, si mi pueblo me la pide, la voy a cantar".

Según testimonios que se consignan en el Nunca más, eso ya fue demasiado para los militares, y en un campo de concentración de Córdoba ,el Teniente Coronel Carlos Enrique Villanueva opinó que “había que matarlo para prevenir a los otros”.

El 31 de enero de ese año. A modo de homenaje a José de San Martín , Cafrune emprendió ese día una travesía a caballo que lo llevaría a Yapeyú , lugar de nacimiento del libertador.

Esa noche, a poco de salir, fue embestido a la altura de Benavidez por una camioneta conducida por un joven de 19 años, Héctor Emilio Díaz.

Jorge Cafrune falleció ese mismo día a la medianoche, pero el hecho nunca fue esclarecido y para la justicia quedó sólo como un accidente.