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HASTA SIEMPRE
LA DIGNIDAD
ZAMBA DE MI ESPERANZA - Jorge Cafrune -
ERNESTO
Ernesto Guevara de la Serna
ALLENDE
Salvador Allende Gossens
CAFRUNE

Jorge Cafrune Herrera
En 1977, eran tiempos difíciles para Argentina. El gobierno estaba en manos de la dictadura militar.
A diferencia de otros artistas comprometidos, que se exiliaron cuando comenzaron las amenazas y las prohibiciones, Cafrune decidió quedarse y seguir haciendo lo que mejor sabía hacer: cantar y opinar cantando y haciendo.
Fue así que en el festival de Cosquín de enero de 1978 cuando su público le pidió una canción que estaba prohibida, Zamba de mi esperanza, entonces Jorge Cafrune tocó el tema argumentando que "aunque no está en el repertorio autorizado, si mi pueblo me la pide, la voy a cantar".
Según testimonios que se consignan en el Nunca más, eso ya fue demasiado para los militares, y en un campo de concentración de Córdoba ,el Teniente Coronel Carlos Enrique Villanueva opinó que “había que matarlo para prevenir a los otros”.
El 31 de enero de ese año. A modo de homenaje a José de San Martín , Cafrune emprendió ese día una travesía a caballo que lo llevaría a Yapeyú , lugar de nacimiento del libertador.
Esa noche, a poco de salir, fue embestido a la altura de Benavidez por una camioneta conducida por un joven de 19 años, Héctor Emilio Díaz.
Jorge Cafrune falleció ese mismo día a la medianoche, pero el hecho nunca fue esclarecido y para la justicia quedó sólo como un accidente.
A diferencia de otros artistas comprometidos, que se exiliaron cuando comenzaron las amenazas y las prohibiciones, Cafrune decidió quedarse y seguir haciendo lo que mejor sabía hacer: cantar y opinar cantando y haciendo.
Fue así que en el festival de Cosquín de enero de 1978 cuando su público le pidió una canción que estaba prohibida, Zamba de mi esperanza, entonces Jorge Cafrune tocó el tema argumentando que "aunque no está en el repertorio autorizado, si mi pueblo me la pide, la voy a cantar".
Según testimonios que se consignan en el Nunca más, eso ya fue demasiado para los militares, y en un campo de concentración de Córdoba ,el Teniente Coronel Carlos Enrique Villanueva opinó que “había que matarlo para prevenir a los otros”.
El 31 de enero de ese año. A modo de homenaje a José de San Martín , Cafrune emprendió ese día una travesía a caballo que lo llevaría a Yapeyú , lugar de nacimiento del libertador.
Esa noche, a poco de salir, fue embestido a la altura de Benavidez por una camioneta conducida por un joven de 19 años, Héctor Emilio Díaz.
Jorge Cafrune falleció ese mismo día a la medianoche, pero el hecho nunca fue esclarecido y para la justicia quedó sólo como un accidente.
2 comentarios:
Todos lo hemos perdido, sin duda.
Pero jamás sabremos si esa pérdida ha sido voluntaria, necesaria y productiva. Porque es imposible imaginar qué hubiera sido de nuestra vida de no haberlo perdido.
He dado tantas vueltas a este asunto, que ante tanta duda he preferido pensar que si no hubiera perdido nunca el tiempo, ahora estaría metido en una rueda en la que no me gustaría estar, de la que reniego cada vez más y de la que creo que estoy fuera afortunadamente, gracias a determinadas pérdidas de tiempo.
Claro que de haberme metido en esa rueda, no consideraría afortunado el hecho de estar fuera de ella.
Viendo como es la rueda y sabiendo cómo se está fuera de ella, prefiero estar fuera. Eso lo tengo claro.
Así que bienvenidas las pérdidas de tiempo.
wallace97
También estuve algún tiempo en esa rueda en la que no queda tiempo mas que para los asuntos y el dinero.
Decidí pronto que era mejor perder el tiempo y no "ganarlo" de ese modo.
Como decía Facundo Cabral, refiriéndose a las gentes que dedican todo su tiempo a eso, los pendejos:
"Por muy temprano que te levantes, ya está todo lleno de pendejos".
Saludos.
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