miércoles, 23 de julio de 2008

Los vencedores



The Winner Takes It All - Meryl Streep

El título de esta canción afirma, mas o menos, que el vencedor lo toma todo. Sus autores, Abba, no cabe duda que la interpretan mejor. Pero Meryl Streep es una de mis debilidades. Así pues, me decanto por ella.

En una traducción mas libre, entiendo que pretende expresar algo así como que todos los honores son para los vencedores.

Una cuestión recurrente -como tantas- viene a mi memoria. En esta oportunidad, con ocasión de la "captura", después de once años, del líder serbobosnio Radovan Karadzic, acusado de genocidio. Uno más. Esta vez durante la guerra yugoslava de los años 90.

Se le imputa la masacre de 8.000 musulmanes bosnios en Srebrenica en 1995 y el asedio durante 43 meses de Sarajevo.

Cuentan que unas 11.000 personas murieron durante los ataques por los bombardeos, el hambre y las enfermedades.

Ahora, lo previsto es que lo juzgue el Tribunal de La Haya. Bien. Parece lo oportuno.

Con su habitual impertinencia, viene a mi mente otro lema no menos cierto:

LA HISTORIA LA ESCRIBEN SIEMPRE LOS VENCEDORES.

Y que quieren que les diga. Esta afirmación me parece absolutamente inatacable.

¿Quién si no iba a escribirla?

Aunque nos de pereza y suframos dolorosas agujetas, ejercitemos un poco la inteligencia.

Seamos receptivos al aspecto pedagógico que debe impregnarnos la tozuda realidad.

Disfrutemos con el divertido juego de imaginar.

Pongamos por caso, la llamada por los dirigentes norteamericanos, ingleses y otros subalternos “guerra contra Irak”. O como el ingenioso Bush -sus asesores, mas bien- la bautizaron : “Operación Paz Duradera”.

Si se hubiese dado el imposible real de que el vencedor de esa guerra hubiese sido Sadam Hussein y sus aliados : ¿ quién estaría ahora escribiendo la historia?.

¿ Como se les llamaría a los responsables de la muerte de cientos de miles de ciudadanos civiles- mujeres, ancianos y niños- mediante el bombardeo ilegal, sin autorización de Naciones Unidas, arrojando miles de toneladas de bombas durante no sé cuantos días antes de echarse píe a tierra ?

¿Cómo definiría la nueva historia a los responsables de lo que se hace con seres humanos, como los presos de Guantánamo?

Pongamos otro bonito ejemplo. El caso mas probable de que Hitler hubiese sido el vencedor de la Segunda Guerra Mundial : ¿quién hubiese escrito la historia?

¿Quienes para los siglos de los siglos hubiesen sido considerados unos héroes y quienes unos genocidas?

Es una cosa propia de Perogrullo. Parece evidente. Hitler, Franco, Mussolini e Hirohito, serían unos seres benéficos y todos los demás hubiésemos pasado a llamarnos insurgentes terroristas.

Los mas sanguinarios y denostados, supongo que hubiesen sido los componentes de la resistencia francesa, unos fanáticos terroristas que no cesaron en sus continuas acciones contra los nazis en suelo galo.

Visto lo visto, lo mejor sería que la historia la escribiesen unos observadores imparciales.

Unos seres evolucionados, procedentes de otros sistemas solares cercanos que tuviesen la bondad de hacernos el favor de ser fieles narradores de la verdad moral.

Tal como lo llevamos haciendo durante siglos, la historia no es mas que una hipocresía acomodaticia. Mayormente escrita a favor de corriente.

No existe otra posibilidad. Hacerlo de otro modo, supondría crear un ejercito de martires suicidas a los que entonces llamaríamos historiadores.

5 comentarios:

Maria dijo...

Se me ha venido a la mente la guerra de Vietnan y la de Corea y la de Argelia y tambien he pensado en Napoleón que fué el primero que se enfrentó a una guerra de guerrillas y que tambien perdió. ¿Como se te ocurre hacerme pensar tanto con la calorina que hace? Anda quee... hoy no voy a poder dormir.

Anónimo dijo...

MARIA

Verdad, con la calor no debe ser bueno pensar.

Y con mucho frio tampoco.

No había pensado en Napoleón. El dueño de la bodega del apreciado coñac. Bonito asunto. Goya un afrancesado, los chaqueteros de nuestros militares, etc.

¿Y que me dices de Viriato?

Un abrazo.

Soto dijo...

Apreciable Ernesto:

Seres de otros planetas,imparciales ,seria funadamental,para tener un concepto
objetivo de la Historia.¿Cuanto de lo que creemos que es objetivo,escrito por los humanos, lo es?.
Todo,está supeditado al que tiene el poder ,el verdadero poder,el belico,el salvaje capital,que no deja de ser un asesino,¿Cuanta gente deja en la la calle ,en miserables condicones,en la droga,en la pobreza "el famoso capital?¿Eso no es matar?
Saludos cordiales
Un saludo afectuoso

Anónimo dijo...

Soto

Asi es, estimado amigo.

El poder, el capital, el bélico y la ambición desmedida.

Efectivamente son la causa de mucho daño. No todo.

Los que permanecemos como meros espectadores pasivos, tenemos mucha arte y parte.

Recibe un cariñoso saludo.

Soto dijo...

Ernesto:

Por supuesto,nuestra condicion de espectadores la podemos cambiar por la de oposicion.Cuando estamos medianamente bien nos consideramos burgueses,es cuando todo se va al garete.Muy bien hecha la observacion por tu parte.
Saludos cordiales

HASTA SIEMPRE

LA DIGNIDAD

ZAMBA DE MI ESPERANZA - Jorge Cafrune -

ERNESTO

ERNESTO
Ernesto Guevara de la Serna

ALLENDE

ALLENDE
Salvador Allende Gossens

CAFRUNE

CAFRUNE
Jorge Cafrune Herrera
En 1977, eran tiempos difíciles para Argentina. El gobierno estaba en manos de la dictadura militar.

A diferencia de otros artistas comprometidos, que se exiliaron cuando comenzaron las amenazas y las prohibiciones, Cafrune decidió quedarse y seguir haciendo lo que mejor sabía hacer: cantar y opinar cantando y haciendo.

Fue así que en el festival de Cosquín de enero de 1978 cuando su público le pidió una canción que estaba prohibida, Zamba de mi esperanza, entonces Jorge Cafrune tocó el tema argumentando que "aunque no está en el repertorio autorizado, si mi pueblo me la pide, la voy a cantar".

Según testimonios que se consignan en el Nunca más, eso ya fue demasiado para los militares, y en un campo de concentración de Córdoba ,el Teniente Coronel Carlos Enrique Villanueva opinó que “había que matarlo para prevenir a los otros”.

El 31 de enero de ese año. A modo de homenaje a José de San Martín , Cafrune emprendió ese día una travesía a caballo que lo llevaría a Yapeyú , lugar de nacimiento del libertador.

Esa noche, a poco de salir, fue embestido a la altura de Benavidez por una camioneta conducida por un joven de 19 años, Héctor Emilio Díaz.

Jorge Cafrune falleció ese mismo día a la medianoche, pero el hecho nunca fue esclarecido y para la justicia quedó sólo como un accidente.