Esta escena sucede al final de la película "Amanece que no es poco".
El que dispara, el guardia civil interpretado por José Sazatornil.
Si este hombre viviese entre nosotros, no iba a tener balas suficientes para todos los contradioses con los que tenemos que convivir.
Y es que...
¿ No es un contradiós que un Papa viaje a África y explique sin sufrir un ataque de risa que los preservativos sólo aumentan el problema del SIDA?.
¿ No es un contradiós que policías y abogados estén implicados en corrupción de macroprostíbulos en Barcelona ?
¿ No es un contradiós que alijos de drogas desaparezcan en una Jefatura Superior de Policía?
¿ No es un contradiós que la televisión Canaria busque micropenes para su prime time, la hora de máxima audiencia?
¿No es un contradiós que en Ciudad Juárez no pase ni un día sin muertos por las luchas entre las bandas de narcos ?
¿ No es uncontradiós que el presidente de la Junta de Andalucía proclame que las corridas de toros forman parte de nuestra vida y que son un gran activo económico, sociológico, cultural y medioambiental de Andalucía?
Y una fijación personal.
¿No es un contradios que las Cajas de Ahorros (como Cajasol) controladas por el PSOE, ignoren la evolución del Euribor y cobren a las clases mas desfavorecidas un mínimo del 4,5 % en sus créditos hipotecarios?
¿ No es un contradiós que se autodefinan entidades sin ánimo de lucro y que destinen sus beneficios a Obra Social ?¿ No es un contradiós que la banca privada trabaje con intereses menos abusivos?
Menos mal que en España no es libre la compra-venta de armas de fuego.
Aquí sólo dispara sin licencia de caza algún que otro ministro de Justicia.
Por cierto, ¿no es ese otro contradiós?