Llueve en el paraiso-Manu Chao
Estalló la burbuja inmobiliaria, vale.
Se instaló la crisis financiera, vale.
Saltó el asunto de la hipotecas Ninja, basura, subprime, vale.
Se acentuó la desconfianza entre los bancos, vale.
Se evidenció la falta de liquidez en la banca, vale.
Algunas entidades financieras -en España, aún no- tendieron a la quiebra, vale.
Para no aumentar el pánico en la población, los Estados salen en su ayuda, vale.
En España se destinarán grandes sumas a cambiar activos no tóxicos de la banca por dinero en efectivo. Contante y sonante.
Dicen que así la banca podrá conceder créditos a empresas y particulares, vale.
Pero, visto que le entregan de nuevo esa fortuna a los mismos que no han sabido gestionar eficazmente sus negocios -es obvio, que de lo contrario no necesitarían esta inmensa ayuda- la pregunta es :
¿Quién controlará debidamente ese dineral público que se entrega a manos llenas a esos artistas del birlibirloque que son los banqueros y los negros cuervos que siempre pululan en sus cercanías?
Tan complicado no es.
Hacen falta honradez, carecer de ataduras, ganas de trabajar y algo de inteligencia para ejercer la legítima autoridad del Estado en defensa del sagrado gasto público.